sábado, 14 de febrero de 2009
Inexperiencias
la afamada duerme, no en mi lecho.
Cruza tres barrios en el asiento de copiloto, a su lado el hombre fuma mientras maneja.
Debe de estar llegando, aún debe babíar el cuello del gamulán, y el hombre debe fumar otro cigarro.
La afamada no contesta mis llamados. Vive en un piso once -11 "D" más precisamente- , hace cursos y hace ruido al comer y se deprime en los dias nublados y se desnuda para un viejo que la mira desde la torre de enfrente. No contesta, mucho menos escucha en su contestador.
Y me digo: pero yo soy algo más que un correlato desvelado: soy lo que debo ser, o lo que mejor dicho debí ser aquella fatídica noche: su conductor.
La afamada duerme...
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5 comentarios:
.
(es la inexperiencia del enfant... se duerme al volante)
conozco un afanado que se olvida sus cigarrillos en cualquier lado, tiene las manos calientes, sinceras y -todo lo demás también-
mi nombre no es ana.
pero te doy las gracias por el abrazo humano.
unos mates?
La afamada le falta ser un poco menos Alfonsina Storni , y más Alejandra Pizarnik
Hola Macedonio, soy Espejo de Agua.
Uno en el cual es difícil mirarse desde un fotolog.
Un abrazo.
lacienciadelagota.blogspot.com
a veces todo es circular.
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