martes, 29 de julio de 2008

Experience Tour (Mazwitch - 08)


El sol caía como plomo sobre mi. El día tardaba en irse, el silencio era, secular, salvo los árboles sacudiéndose. Un plato con frutas y un recuerdo en lo alto de mi conciencia, la poca ropa blanca, hora de siesta, horas de conversaciones espaciadas. Alguien volcó el vino mientras ellos se escondían entre arbustos para decirse las palabras de la espera.
Alguien leía a Rilke y lo disimulaba, no se por que. Bajo el enero creció mi atisbo, lo que afirme luego: el hombre se reconoce en la observación sin pensamiento. Recorrí apacible la hilera de álamos que, mientras se sacudían, me recordaban a un verano en la quinta de Martín. Un primer beso, ahora, en lo alto de mi conciencia, de mi recuerdo. Rodé media vuelta en el pasto crecido y retomé lo afirmado: El hombre se reconoce en la observación sin pensamiento. Le agregue la mayúscula al inicio de la oración, y resolví no apretarla con comillas; estas, tan liberales por ser la voz de algún otro, carecen de bondad e identidad. El sol caía como plomo. El verano recién había comenzado y mis pensamientos altos sobrevolaban regiones ociosas, algo reflexivas, algo imperfectas.

5 comentarios:

seleccionaleatoria dijo...

.
(vio que el verano derrite los límites cerebrales como los helados de agua en palito. y todo parece nuevo y suelto, hasta congelarse o estamparse contra el piso en forma de charco)

dani dijo...

después de ver esa foto me doy cuenta que extraño una bocha el verano!

Besos

Anartista dijo...

que nunca dejen de llegar los siempre primeros besos.

!

recienvenido dijo...

"y las bestias, más sagaces, advierten ya
que no nos hallamos muy seguros en el mundo interpretado"
R. M. Rilke

primer beso(en el opi)

Justine dijo...

Porque el cuerpo es presencia real y en tanto tal nos antecede. Sí, puede que en la observación aparezca el reconocimiento de esa inmediatez primigenia.
Después de todo somos cuerpos, porque por más determinación de las prácticas que reine, siempre aparece lo indeterminado... y los besos... y lo pasional se abre paso. Placentera sensación.
Saludos Iván!

A propósito, esta semana me acordé de una foto tuya, dudo respecto de qué tamaño de bandoneón sería más adecuado para mí. Ando averiguando.