martes, 5 de mayo de 2009

inexperiencias ( memory tour )



No sé si es propio del hombre paciente ultimar en estos días.
No lo sé.
A pesar del mundo, mi primitivo humor me deja jugarme este último albur, esta breve tosquedad. Ultimar es el arte. No nadar en la petulante arrogancia de mis palabras, pues si ando falto de ellas para darle caríz a esta ultimación, a esta giratoria del tiempo enloquecido; me sobran,en exceso, para dejar de usarlas y darte mis horas.
Toda mi abruptez ultimadora, cuna de mi embebida contemplación del mundo, se condice con el hombre paciente que vengo siendo. Te espero, eso recalque esa noche. Sueño en el color de tus cuadros, con tu voz dulcificada, apaciguada mi ineptitud para amarte, voy relamiéndome la baba de aquellos días mientras convino con linea D y se yuxtapone en mi memoria -pobrísima almacén- un dejo vivo y fugaz de aquel acto, que me hace olvidar los segundos en que moría por un abrazo y mi boca, -puerta del mundo- es sumida al extraño ácido de la vejación: el recuerdo del dolor o viscecersa: el dolor del recuerdo.
No se si es propio del hombre paciente ultimar en estos días, solo te haré saber que nunca es tarde para olvidarme de mi atolondrada altivez y reconocer lo que siento por vos.

3 comentarios:

seleccionaleatoria dijo...

.
(hay que ultimar ciertos olvidos, no al portador de ellos)

Justine dijo...

Suelo ser manejada por los olvidos.
Suelo intentar ultimar.. y después resulta que no logré hacerlo. A veces lo hago tan definitivo que la decisión quedó obturada por la acción.
Suelo estar muy presa de mis pasiones, cuando la irracionalidad me asalta.
Yo tampoco sé.
Creo que vos sabés más que yo. Creo en tu instinto bien orientado. Y en tu boca, puerta del mundo.
Cuidate, hombre.

los perdidos dijo...

quisiera ser así para siempre.